Las letras corporea luminosas no son solo una tendencia estética: se han consolidado como una herramienta de branding indispensable. Ofrecen una visibilidad excelente, permiten múltiples formas de personalización y proyectan una imagen moderna, limpia y profesional. Pero para obtener un resultado de calidad, es fundamental seguir un proceso de fabricación preciso y técnico.
A continuación, te mostramos cada etapa con detalle para que comprendas exactamente cómo se fabrica una letra corporea luminosa, desde cero.
Paso 1: Elección de materiales adecuados
La calidad de una letra corporea comienza en los materiales. Elegir componentes duraderos, resistentes al clima y con buena transmisión lumínica es clave para asegurar no solo la estética, sino también la longevidad del producto final.
Los materiales que utilices deben adaptarse al uso (interior o exterior), al tipo de luz y al estilo de diseño que quieras ofrecer a tu cliente. Además, la combinación entre rigidez, peso ligero y facilidad de corte debe guiar la selección.
Materiales recomendados:
- Frontal: PMMA (plexiglás) difusor de 8mm ou 5+3 mm. Transmite y dispersa la luz con uniformidad.
- Laterales (cantos): Acero o Aluminio plegado tizón según tipo de letra, ligero, resistente y moldeable.
- Trasera (base): Acero o aluminio soldado. Sirve de soporte estructural y alberga el sistema de iluminación.
Paso 2: Diseño y corte de piezas
Una letra corporea no solo debe iluminar: debe comunicar la identidad de marca. El diseño inicial es, por tanto, una etapa estratégica donde se definen tamaño, tipografía, espaciado, grosor y acabados.
Este diseño vectorial servirá como guía para todas las fases posteriores, desde el corte de materiales hasta el ensamblaje final. Aquí se trabaja la precisión milimétrica: una letra mal cortada puede arruinar el efecto visual general.
Fases técnicas:
- Diseño vectorial: Software como Illustrator o CorelDRAW para crear el contorno exacto.
- Corte del frontal: PMMA cortado por CNC o láser para precisión y bordes limpios.
- Frente: Acero o Aluminio cortado y doblado para rodear el perímetro de cada letra.
- Fondo: Acero o Alumino adaptado exactamente a la forma del frontal.
Paso 3: Instalación de módulos LED
El alma de una letra corporea luminosa es su sistema LED. No solo aporta luz: define el impacto visual, la eficiencia energética y la fiabilidad a largo plazo.
Una mala elección o distribución de LEDs puede generar sombras, puntos calientes o fallos prematuros. Por eso es fundamental trabajar con productos certificados y realizar una instalación limpia y ordenada.
Consideraciones técnicas:
- Selección del LED: Módulos 12V, IP65 si van al exterior, con alta eficiencia (≥100 lm/W).
- Distribución uniforme: Posicionamiento simétrico para evitar sombras.
- Cableado seguro: Conectores resistentes, cables bien soldados y protegidos.
Paso 4: Ensamblaje de la letra
Esta fase es como construir un pequeño dispositivo técnico. El ensamblaje debe garantizar una estructura sólida, sin holguras, que mantenga la estanqueidad y la seguridad eléctrica.
El frontal debe encajar perfectamente con los cantos de aluminio, y el fondo debe cerrarse de forma hermética para proteger los módulos LED. Este trabajo debe ser milimétrico y requiere precisión artesanal.
Pasos clave:
- Fijación del lateral a la cara con soldadura.
- Montaje del fondo con tornillos o clips internos.
- Pruebas de estanqueidad, estabilidad estructural y alineación visual.
Paso 5: Instalación del rótulo
Una letra corporea puede estar perfectamente fabricada, pero si se instala mal, perderá toda su eficacia. La instalación es la culminación del trabajo y debe hacerse con exactitud para lograr impacto visual y seguridad.
Es importante contar con las herramientas adecuadas y seguir una planificación clara: tipo de superficie, distribución del peso, conexiones eléctricas, accesibilidad para el mantenimiento.
Pasos esenciales:
- Limpieza y preparación del soporte.
- Uso de una plantilla para alinear letras.
- Fijación con sistemas adecuados: tornillos, tacos, adhesivos o estructuras metálicas.